visual artist
Estudio en Rojo
tinta, acrílico y oleo sobre tela, 96 x 69 cm, 2010
Santiago evoca en esta muestra los árboles de El Prado, el típico barrio de Montevideo donde vivió su infancia. Este es el mundo del artista. A través del tiempo en su memoria los entramados de los árboles aparecen hoy como signos o trazados que nos recuerdan y remiten a la caligrafía o las pinturas del Lejano Oriente.
Sus fotografías, collages, pinturas, esculturas hablan de una gran sensibilidad por la naturaleza, así como también de una gran nostalgia por su Prado natal, sus afectos, las diferentes situaciones que lo han llevado a vivir en diferentes ciudades y de su desarraigo de pertenencia a ningún lugar físico. Tachista contemporáneo, Estellano hace de sus “ramas entrecruzadas” un signo de ello. “Son vínculos, conexiones, elementos del que todos formamos parte. Somos ramas. Nos cruzamos entre nosotros, nos entrelazamos, crecemos, somos fuertes y débiles también”
“Trabajo mucho en base fotografías de ramas de árboles, donde transformo la estructura de las ramas en un signo que repito en mis obras. Trabajo partiendo de la fotografía con técnicas transfer de tinta, grabado, hay dibujo, acrílico y óleo. Las diferencias entre las técnicas son muchas. Uno debe estudiar y observar que es lo que necesita para cada obra.” Señala
Se observa en ellos una extrema libertad de construcción en los esquemas con un empleo limitado del color, casi acromático que nos recuerda el informalismo y la abstracción lírica de otros pintores anteriores.
Los trazados se caracterizan por toques de color más que por el dibujo, que sin lugar a dudas transmiten el estado emocional del artista, prescindiendo del tema de la obra. Pareciera más bien que la intención del artista consistiera en transmitir la emoción experimentada del paso de la luz entre el ramaje de los árboles como si se tratara de un instante único e irrepetible del que hay que dejar constancia. Lo logra plenamente en construcciones de gran simplicidad y refinamiento que nos llevan a un estado de quietud emocional.
Mención aparte; merece la intervención con color de mapas impresos que vinculan al artista con la gráfica, que formó parte de sus inicios en la formación artística y que logran crear una atmósfera de misterio, más aún cuando los impresos se encuentran datados en el año 1929.
En definitiva se trata de abstracciones contemporáneas donde el artista emplea la tinta, el acrílico y el óleo sobre diferentes soportes: telas, papel, mapas impresos y fotografías, en un trabajo que podríamos definir como de experimentación y perfección, del que estimamos resulta sumamente útil participar.*1
“Es mi búsqueda de la nostalgia, es poder jugar a ser niños otra vez…”
“El arte tiene que enriquecer el espíritu! Y está en nosotros poder hacerlo.”
Fragments by: Maria Julia Aparicio and Julio Portela. 2011
Buenos Aires, Argentina